Los datos de tu tarjeta son privados y no debes suministrárselos a nadie en ningún momento, con excepción del personal del banco emisor, quienes siempre deben estar bien identificados y demostrar que son representantes de esa entidad. Si te solicitan esos datos a través de un sitio web de compras, debes revisar que ese sitio sea de una empresa confiable y que cuente con las normas básicas de seguridad.