Con un crédito hipotecario puedes financiarte a largo plazo, por lo que un uso sano de este tipo de crédito son los activos duraderos, tales como una casa de habitación, un local comercial o un apartamento. No deberías financiar con créditos hipotecarios la adquisición de bienes de consumo, como son la ropa o viajes, en tal caso lo más convenientes es que utilices tus ahorros o bien un crédito personal.